CUANDO NADA IMPORTA           EN EL FÚTBOL

· Árbitro: Damir Skomina (ESL) · Jornada 2: 21:00h · Estadio: Camp Nou

· 0-1 (Lautaro, 2') · 1-1 (Suárez, 58') · 2-1 (Suárez, 84')


· El Barça se llevó los tres puntos en la segunda jornada de la Champions League tras remontar el tanto inicial de Lautaro con un doblete de Luis Suárez · El Inter pudo haberse ido al descanso con una mayor ventaja


Partidos como los de hoy demuestran a todos los que ejercemos como entrenadores que poco vale el planteamiento en el fútbol cuando aparece un momento preciso que lo puede cambiar todo. Un simple detalle puede ser el desencadenante de un giro inesperado. Porque nada importa en el fútbol. Las emociones y estos momentos de los que hablamos son los únicos que pueden hacer cambiar los partidos.

Un instante, un mal control, un pase equivocado, una entrada a destiempo, un penalti fallado o, en el caso de hoy, un remate desde el interior del área en la cual se funden un centro preciso y un remate perfecto en una volea insuperable. Sólo Suárez podía ser capaz de eso. Y a partir de ahí, entran en juego las emociones.

Porque el fútbol además de momentos, son emociones. Es pasar en cuestión de segundos de un resultado adverso (con opciones de goleada) a un momento dulce. Una vez se manifiesta ese momento, aparecen las emociones que hacen vibrar todo lo que sucede alrededor del balón. Y, en consiguiente, el talento. Todo lo que no salía antes, sale ahora.

Lautaro anota a los 119 segundos. Conte baila tácticamente a Valverde durante el primer tiempo con una salida de balón que atrae y estira al conjunto culé. Ter Stegen salva a su equipo. El Camp Nou se impacienta y se ve superado en todos los aspectos del juego. Vidal ingresa para mejorar la presión de balón y dejar en base de juego a Arthur y De Jong. Parece que nada cambia.

Y nace el momento crucial del partido: Suarez rompe cualquier sentido de preparación en el fútbol con un tremendo golazo que le da un revolcón al encuentro. Conte no puede hacer nada. Nadie puede hacerlo. Ante las emociones, no hay rival. 

El Camp Nou se enciende. El equipo rival se hace pequeño y recula. Messi despierta tras pasar 80' desapercibido. Y pum, aparece otro instante mágico. 2-1 y Conte con cara de no saber cómo ha podido perder este partido.

Podemos analizar, debatir y criticar cualquier vertiente del juego que, cuando las emociones decidan hacer acto de presencia, nos tenemos que hacer a un lado y disfrutar del fútbol. Porque por mucho que haya dinámicas, cada partido, cada minuto y cada acción es un mundo inmenso e incomprensible.


Raül Sanz - @raulwolfy                                                                                   3 de octubre del 2019


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